Ha empezado la cuenta atrás para el próximo Mundial de Fútbol, que ya hace meses que se ha materializado como una gran oportunidad de desarrollo económico multiescalar para Brasil.
La reactivación del sector secundario, con la construcción de nuevas infraestructuras, y el reposicionamiento del país en el mapa turístico son los dos grandes tótems que el evento deportivo van a instalarse en el Brasil de la próxima década.
Nadie quiere quedarse al margen del torbellino económico que supone el Mundial por cualquier país. A falta de hoteles - la NBC asegura que dos de cada tres turistas con entrada para los partidos se van a quedar sin cama- en barrios como el de Rocinha se ofrece alojamiento por 11 euros la noche. Esta favela, con excelentes vistas a la bahía desde su acantilado, está a menos de un kilómetro de los hoteles de lujo en los que se alojarán los jugadores.
Eso sí, a pesar de las operaciones de "saneamiento" de los últimos dos años y la erradicación de los principales traficantes de droga, son pocos los turistas dispuestos a alojarse en la favela más grande y poblada del país.
Os recomiendo el siguiente vídeo sobre la Rochina:
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