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Un planeamiento volátil


Últimament estamos asistiendo a la reactivación de la actividad en las oficinas de planificación territorial y urbanística de los ayuntamientos, los partidos políticos y asociaciones de defensa del entorno. Y qué decir de la prensa: El BCN World, el macro centro comercial de Cerdanyola del Vallès, el Outlet de Viladecans, etc. 

Todo esto es para reactivar la economía, se dice. 

Siguen vigentes representaciones globalizadoras y aceptadas sobre la ciudad como mercado del trabajo, espacio de consumo y producción de la fuerza de trabajo industrial. 

Estas representaciones, a demás de identificar sólo aspectos parciales de la naturaleza de la ciudad presentan un profundo riesgo: al no estar basadas en un vínculo fuerte y bidireccional entre la forma espacial y su función, y al remitir a las relaciones tan generales que trascienden el nivel del espacio físico, tienen el peligro de hacer de la ciudad el simple escenario  de las relaciones estructurales - como la lucha de clases, por ejemplo.

¿Qué pasa cuando las condiciones económicas cambian? ¿Qué pasa con la desindustrialización y la museificación de las ciudades? Se debe planificar más allá de las modas y de las conjeturas socioeconómicas, más allá del "ahora" y mirando más al "mañana". No puede ser que los planes urbanísticos y territoriales queden obsoletos de un año para el otro, cuando están pensados para dejar huella en el entorno para siempre. 

Y es que, como decía Braudel, « En occident, capitalisme et ville, au fond, ce fut la meme chose ». 

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Claves para el desarrollo económico

Desde mi punto de vista, los planes de desarrollo económico local (LED) tienen que basarse en el desarrollo endógeno . Para ello es imprescindible una base sólida y de calidad que pase por un gobierno relacional, una alta calidad de vida y unas infraestructuras adecuadas al contexto. Sin una inversión previa en infraestructuras urbanas y de accesibilidad (física y virtual) de calidad no tiene sentido el gran esfuerzo que supone crear instrumentos de soporte a la creación y consolidación de empresas, o de marketing, por ejemplo, ya que no habrá suficientes condiciones de atractividad para las empresas –ni para las exógenas, que no tendrán motivos para establecerse en ese punto, ni para las endógenas que verán dificultadas sus expectativas de desarrollo y preferirán ubicarse en otro lugar. Teniendo en cuenta que la ciudad debe ser para los ciudadanos, asegurar un alto nivel de calidad de vida es básico para que cualquier urbe funcione. Par ello se debe invertir en educación y